Lectura Ecuador

"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes Saavedra Aproximadamente, el 73% de los ecuatorianos lee de forma sostenida, de acuerdo con el INEC, derruyendo así (momentáneamente) la idea que, por lo general, se tiene del país como un territorio desprovisto de lectores. La lectura es una actividad de mucha importancia en la vida del ser humano. A esta actividad no solo se le atribuyen propiedades recreativas; también se le considera una actividad fundamental para la educación, especialmente en el desarrollo humano. Se la ha visto como positiva para la mejora de habilidades comunicativas y sociales. Más allá del hedonismo que se le atribuye, la lectura es beneficiosa para la formación de una persona.
Foto: Jorge Andrés Bayas	La Realidad de la lectura en nuestro país Sin embargo, los datos que arroja el INEC no son del todo alentadores: Del 73% de los ecuatorianos que leen con regularidad, el 50% de ellos lo hace por el espacio de dos horas semanales. El 83% de los jóvenes (16 a 24 años) leen, siendo este grupo el que presta mayor tiempo a la lectura. Pese a ello, muchos de los jóvenes son atrapados (de acuerdo con las palabras de varios educadores) por pasatiempos considerados, por muchos, como baladíes, como los son los videojuegos, la televisión y la navegación web (principalmente facebook).     Para una mejor visualización de estos datos, se puede consultar la página del INEC que alberga esta información. Por otra parte, de acuerdo con estadísticas del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), los países que más leen libros son Argentina y Chile con porcentajes del 55 % y 51 %. En un intento no estadístico, se preguntó a varias personas al azar que leían y cuanto tiempo dedicaban a la lectura:
	La Literatura Infantil en Ecuador La niñez es el tiempo en que los libros pueden ser amados o no. La tendencia a la lectura se forja en edades tempranas, y, de haber sido guiada correctamente, puede persistir en la adultez, no ya como una obligación, sino como un placer indisoluble de la personalidad, un hábito que mejora el lenguaje y educa la sensibilidad. De acuerdo con el Anuario Iberoamericano del libro infantil y juvenil, en los últimos años América latina ha doblado su producción literaria infantil y juvenil. Francisco Delgado (en la entrevista que encontrarán a la izquierda), escritor ecuatoriano de literatura infantil, habla de la importancia de esta para la formación lectora. También trata otros temas sobre el espacio de la lectura en el país.  Libros Infantiles, Foto: Jorge Andrés Bayas
La promoción de la lectura y los hábitos Varios profesores y escritores se han negado a ver un progreso significativo en los índices de lectura en nuestro país, y, más bien, han arguido que las campañas de lectura no han sido del todo acertadas en Ecuador. Han adjudicado esto a que se entregue el libro pero no se estimule a disfrutarlo. 56,8% de personas no dedica tiempo a la lectura por falta de interés, mientras que otro número importante, el 31,7% por falta de tiempo, según el INEC. Asimismo, la profundidad de las lecturas que se realizan no es la deseada. Victoria Cepeda, profesora de la Facultad de Filosofía y Literatura de  la Universidad Central del Ecuador, habla (en el video que se encuentra a la derecha) de la lectura que se realiza en el país, de las campañas lectoras y de la formación de lectores en la Universidad.  Foto: Jorge Andrés Bayas
¿Porqué es bueno leer? La lectura es una actividad altamente beneficiosa para quien la acometa. Favorece, entre otras valiosas habilidades, la concentración. En el artículo publicado en la Vanguardia de México, se cita al neurólogo Stanislas Dehaene, catedrático de Psicología Cognitiva Experimental del Collège de France, quien en su libro Les neurones de la lecture, afirmó que hay repercusiones positivas en el desarrollo intelectual. Asimismo, ciertos estudios afirman que la lectura puede funcionar de forma preventiva con respecto a enfermedades que, como el Alzheimer, se relacionan con la memoria, al habituar al cerebro a ciertos procesos mentales. Además, la lectura de novelas, de acuerdo con el psicólogo Raymond Mar y su equipo de la Universidad de Toronto, favorece la empatía al estimular la imaginación y, más específicamente, como afirmaba Mario Vargas Llosa, "la capacidad de vivir imaginariamente otras vidas".	Foto: Jorge Andrés Bayas

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